¿Qué es el ADN?, ¿qué tipos hay?, ¿dónde está?

26/10/2020

El ADN (ácido desoxirribonucleico) es una de las macromoléculas más utilizadas en investigación. El ADN no es más que un conjunto de moléculas que se encuentran en el interior de las células, donde encontramos las instrucciones genéticas.

Estas instrucciones son las que definen las funciones de cada célula, lo que afectará a toda la información de quiénes somos y cómo somos físicamente.

Este ADN se transmite de generación en generación, con sus variaciones, y tiene numerosas implicaciones para la ciencia, la salud o la investigación en general.

¿Dónde se encuentra el ADN?

El ADN lo encontraremos en dos lugares dentro de cada célula: en mayor medida, en el núcleo de la célula (concretamente, en los cromosomas) y en una menor medida, en las mitocondrias.

De ahí los términos ADN nuclear y ADN mitocondrial, respectivamente. Este ADN se conformará como dos cadenas que contienen información genética, unidas entre sí y enrolladas en forma de hélice.

El ADN es un ácido nucleico porque está formado de una serie de moléculas llamadas nucleótidos. Son los nucleótidos los que conforman el ADN en secuencia, dando forma a la hélice del ADN y aportando la mencionada información genética.

Dicha información servirá para producir las proteínas, encargadas de crear otras estructuras en la célula, de facilitar reacciones químicas, regular procesos como la división de las células y otras muchísimas funciones.

Es por ello por lo que decimos que el ADN contiene la información genética para el funcionamiento, desarrollo y crecimiento de cada célula. Básicamente, porque contienen la información para crear proteínas que harán estas funciones.

Los genes: ¿por qué son importantes?

Dentro del ADN (de esa secuencia de nucleótidos) se encuentran los genes. Son unos fragmentos que servirán -cada uno- para producir un tipo de proteína concreto. Existen miles de tipos de proteínas que harán miles de cosas diferentes.

El gen es la unidad básica de información genética. Cada ser humano podría tener alrededor de 20.000 genes, cada uno determinando una característica propia del individuo (por ejemplo, su color de ojos o su grupo sanguíneo).

Aunque la mayoría de la secuencia de ADN es igual para todos los seres humanos, existe un pequeño porcentaje que varía, que nos hace poseer un ADN único y que nos diferencia del resto de personas. De hecho, es el ADN mitocondrial el que se transmite de madre a hijos prácticamente inmutable.

Tipos de ADN

Siendo puristas, no existen los tipos de ADN, ya que es una molécula. Sin embargo, por la forma que puede presentar podríamos encontrarlo en forma circular (bacterias) o lineal en algunos tipos de virus. La forma en que se presenta el ADN puede tener implicaciones serias.

Por poner un ejemplo que todos podamos entender: en recientes estudios, se ha comprobado que el ADN circular en células tumorales promueve de una manera más rápida la expresión de oncogenes, siendo más resistentes ante diferentes tratamientos.

Además, por la estructura que presenta el ADN también podríamos obtener una clasificación: podría ser monocatenario (formado por una sola hebra) o bicatenario (formado por dos hebras).

En este estudio de la estructura, también podemos encontrar diferentes categorías, según su conformación.

Por explicarlo de la forma más comprensible posible: podemos distinguir entre 3 tipos de ADN por tener determinadas secuencias que se enrollan algo diferente o fuera de lo normal.

Es decir, que en zonas en las que hay muchos pares de bases repetidos, como las bases abultan más unas que otras, pueden afectar a la armonía del giro teórico perfecto.

Estos tipos serían:

  • ADN-B: el más común entre los seres vivos. Sigue una estructura regular con la forma de doble hélice mencionada con anterioridad.
  • ADN-A: es propio de condiciones secas, carentes de humedad y con bajas temperaturas. Las proporciones de los surcos varían, presentando una estructura más abierta.
  • ADN-Z: se trata de una doble hélice más fina y larga que las otras dos.

Texto revisado por la Doctora Pilar Arca Miguélez, Responsable Científica de Ampligen