Las mutaciones de los genes MSH2 y MLH1 se han atribuido a una mayor predisposición a padecer cáncer colorrectal. El cáncer de colon hereditario sin poliposis (también conocido como HNPCC por sus siglas en inglés o Síndrome de Lynch) es un trastorno por el que se incrementa la probabilidad de padecer ciertos tipos de cáncer. Entre otros, se hereda una predisposición al cáncer de colon, de recto y, en menor medida, de ovario, próstata o estómago.
¿Qué es el Síndrome de Lynch o HNPCC?
Se trata de una afección hereditaria. Aunque no todos los que padecen cáncer colorrectal tienen este síndrome, si que existe una relación entre ambas enfermedades. De hecho, uno de cada 30 casos de este tipo de cáncer se debe al mencionado síndrome de Lynch. Este síndrome está relacionado también con una aparición del cáncer más temprana o, en el caso de las mujeres, una probabilidad más alta de padecer cáncer de útero.
El síndrome de Lynch pasa de padres a hijos con una probabilidad del 50% aproximadamente. Este carácter hereditario de la enfermedad la hacen especialmente delicada a la hora de lograr una detección precoz, teniendo en cuenta el historial familiar del individuo. Es importante resaltar la importancia de los chequeos preventivos: si se identifica a tiempo y se detecta el cáncer en sus inicios, el pronóstico será favorable. Todos los cánceres causados por el HNPCC tienen tratamiento y, por supuesto, son curables.
¿En qué consiste la mutación de los genes asociados a este síndrome?
Algunos de los genes mutados que se sabe con certeza que pueden favorecer el desarrollo del cáncer colorrectal son el MSH2, MLH1, MSH6, PMS1 y PMS2. Estos genes están encargados de reparar el ADN. En otras palabras, corrigen los errores que suceden cuando se forma el ADN. Si algunos de esos errores no se corrigen, es cuando podría afectar al crecimiento de las células y, en definitiva, acabar provocando tumores.
Probabilidades de padecer un cáncer siendo portador de los genes mutados MSH2 y MLH1
Como hemos mencionado, estos genes mutados y heredados incrementarían las probabilidades de padecer algún tipo de cáncer. Veamos algunas estadísticas según la enfermedad:
Cáncer colorrectal
La edad media de diagnóstico de este tipo de cáncer es de 45 años. Aquellas personas (hombres o mujeres) portadoras de alguno de los genes asociados a HNPCC mutados, tienen un riesgo de desarrollar cáncer colorrectal del 75% a los 65 años. Además, el riesgo de que se desarrolle un nuevo cáncer colorrectal es del 45%, 10 años después de la colectomía parcial realizada.
Para tener un dato como referencia de la gravedad de heredar estos genes mutados: si tomásemos como muestra a la población en general, veríamos que el riesgo de desarrollo de cáncer colorrectal a lo largo de sus vidas es en torno al 6%.
Cáncer de endometrio
Para los individuos pertenecientes a familiares con síndrome de Lynch II, el riesgo acumulativo de cáncer de endometrio es del 30% a los 70 años cuando se compara con el de la población general.
Cáncer de ovario
El riesgo de cáncer de ovario es 3,5 veces mayor de lo esperado y ocurre unos 20 años antes que en la población en general.
¿Se puede detectar el Síndrome de Lynch?
Existen algunos síntomas que nos pueden hacer sospechar de la presencia de este síndrome. Entre ellos están la frecuencia de cierto tipo de cáncer dentro de una misma familia o la aparición del mismo en edades muy tempranas.
En el caso de sospechar que pudiera existir el Síndrome de Lynch dentro de la familia, se podrían realizar diferentes pruebas como el examen de inmunohistoquímica o el de inestabilidad de microsatélites. También está recomendado el análisis genético para identificar la probabilidad de padecer esta enfermedad.
En el caso de contar con varios familiares que sufran el cáncer colorrectal, lo primero a realizar será un análisis del árbol genealógico para reconocer portadores del gen mutado que lo provoca.
Análisis del árbol genealógico en posibles portadores de genes MSH2 o MLH1 mutados
Tener una historia familiar de estos tipos de cánceres es de por sí un factor de riesgo importante de desarrollar cáncer colorrectal. Por ello, es aconsejable elaborar un correcto historial familiar de todos aquellos pacientes con cáncer de colon (u otros cánceres asociados a los genes que tratamos en este artículo).
A la hora de realizar una historia familiar clara, deberemos incluir y estudiar los siguientes aspectos:
Parientes de primer y segundo grado con cáncer tanto por la vía materna como paterna de la familia
Un gen de predisposición a cáncer colorrectal puede ser heredado tanto del padre como de la madre. Cada hijo de una persona portadora de una mutación en un gen de predisposición al cáncer tiene una probabilidad del 50% de heredar la mutación. Este tipo de modelo de herencia se denomina autosómica dominante.
Se consideran parientes de primer grado los padres, hermanos e hijos. Cuando hablamos de parientes de segundo grado, nos referimos a abuelos, tíos, nietos, medio hermanos y sobrinos. Los primos se considerarán parientes de tercer grado, por lo que podrían no incluirse en la historia familiar.
Documentación e información adicional sobre lo siguiente
Localización del cáncer: los individuos pertenecientes a familias con el síndrome de Lynch I sólo desarrollan cáncer colorrectal, mientras que individuos pertenecientes a familias con síndrome de Lynch II pueden desarrollar cualquiera de los cánceres relacionados: endometrio, ovario, estómago, páncreas, intestino delgado, tracto urinario o biliar. El síndrome de Muir-Torre incluye cánceres de la piel.
Edad de aparición del cáncer: la edad media de aparición está entre los 30 y 30 años.
Verificación patológica de los casos pertinentes
¿Qué debo hacer si soy portador del MSH2/MLH1 mutados?
Si tras realizar el estudio de la historia familiar, encontrásemos casos de los cánceres mencionados, sería el momento de realizarnos una prueba de detección. Cuando existe un historial cercano o numeroso de casos, es aconsejable realizarse este tipo de pruebas de forma frecuente.
Si algún familiar de primer grado padece el Síndrome de Lynch, existe alrededor de un 50% de probabilidades de que el individuo lo padezca.
Por ello, se aconseja lo siguiente, según cada una de las casuísticas:
Situación Clínica | Intervención |
Individuos portadores de alguno de los genes mutado y que ya han desarrollado cáncer colorrectal | Colectomía subtotal con anastomosis bilateral. |
Individuos portadores de alguno de los genes mutado y que han desarrollado un pequeño número de adenomas | Polipectomía durante la colonoscopia; la colectomía profiláctica debe ser estudiada. |
Individuos portadores de alguno de los genes mutado pero asintomáticos | Someterse a una colonoscopia cada 1-3 años empezando entre los 20 y 25 años. Si fuese portador de un gen APC mutado se recomienda la sigmoidoscopia. Si se observaran pólipos deberían ser extraídos durante la endoscopia. Los miembros de la familia deberían ser aconsejados sobre la posible realización de un análisis genético. |
Mujeres portadoras de alguno de los genes mutado | Examen pélvico anual con aspiración de tejido endometrial a partir de los 25-35 años. Chequeo pélvico transvaginal anual mediante ultrasonidos a partir de los 25-35 años |
Texto revisado por la Doctora Pilar Arca Miguélez, Responsable Científica de Ampligen